La cirugía plástica y estética ha experimentado un auge significativo en las últimas décadas. Sin embargo, este incremento también ha traído consigo un aumento en los casos de negligencia médica. Identificar una mala praxis en este ámbito es esencial para proteger los derechos de los pacientes y garantizar una atención médica de calidad.
Definición de negligencia médica en cirugía plástica
La negligencia médica se refiere a la actuación u omisión por parte de un profesional de la salud que se desvía de los estándares aceptados, causando daño al paciente. En cirugía plástica, esto puede incluir errores quirúrgicos, uso de materiales no homologados o falta de consentimiento informado.
Casos comunes de mala praxis en cirugía estética
- Implantes mamarios defectuosos: uso de prótesis no aprobadas que pueden provocar rupturas o infecciones.
- Liposucciones mal realizadas: extracción desigual de grasa que resulta en irregularidades en la piel.
- Rinoplastias con resultados insatisfactorios: deformidades nasales o dificultades respiratorias postoperatorias.
La importancia del consentimiento informado
Antes de cualquier intervención, el cirujano debe explicar detalladamente los riesgos, beneficios y alternativas del procedimiento. La falta de esta información puede constituir una negligencia médica.
Cómo actuar ante una presunta negligencia
- Recopilación de documentación: conservar informes médicos, consentimientos y fotografías pre y postoperatorias.
- Consulta con un perito médico especializado: un experto evaluará si hubo desviación de la praxis médica adecuada.
- Procedimientos legales: presentar una reclamación formal y, si es necesario, acudir a la vía judicial para obtener una indemnización.
Protección de los derechos del paciente
La cirugía plástica busca mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, es fundamental estar informado y actuar diligentemente ante posibles negligencias para asegurar que se respeten nuestros derechos y se reciba la atención médica adecuada.